martes, 31 de agosto de 2010

A Igreja nos orienta (Port/Esp)

Português:
Setembro, mês da Bíblia...
Desde o Vaticano II, a Bíblia ocupou um espaço privilegiado na família, nos grupos de reflexão, círculos bíblicos, na catequese e nas pequenas comunidades. A Igreja no Brasil desenvolveu toda uma prática de leitura e reflexão da Bíblia que muito contribui para o sustento da fé e da caminhada das pessoas. É uma forma muito rica de viver a missão da Igreja que é a de servir a Palavra.

O Mês da Bíblia surgiu há 39 anos por ocasião do 50º aniversário da Arquidiocese de Belo Horizonte. Desde então tem destacado a importância da leitura, do estudo e da contemplação das Sagradas Escrituras. Na verdade, o Mês da Bíblia contribuiu muito para o desenvolvimento da Pastoral Bíblica no âmbito paroquial e diocesano. Hoje, se percebe a necessidade da Animação Bíblica das Pastorais em vez da existência de apenas uma pastoral entre as demais dedicada às Sagradas Escrituras. A Animação Bíblica vem a ser a forma mais adequada de acentuar a centralidade da Palavra de Deus na vida e na missão da Igreja.

A Comissão Episcopal Pastoral para a Animação Bíblico-Catequética, juntamente com as Instituições Bíblicas, no desejo de dar continuidade à XII Assembléia Geral Ordinária do Sínodo dos Bispos (2008), que destacou especialmente o mandato missionário de todo cristão como consequência do batismo, propõe para o ano de 2010, no mês da Bíblia, o estudo e a meditação do Livro de Jonas com destaque para a evangelização e a missão na cidade.

O Sínodo pediu que a consciência desse mandato missionário e discipular fosse aprofundada em cada paróquia e comunidade, nas pastorais, nos movimentos e nas organizações católicas. Também foi desejo dos Padres Sinodais que se propusessem novas iniciativas para se fazer chegar a “Palavra de Deus a todos, especialmente, aos irmãos batizados, mas não suficientemente evangelizados” (Proposição 38).

Além disso, a V Conferência Geral do Episcopado Latino-Americano e do Caribe, em Aparecida - SP (2007), também destacou o valor do mandato missionário, enfatizando os novos areópagos da missão (DAp 491-500). Areópago, literalmente, significa colina de Ares, localizada na antiga cidade grega de Atenas. Nesse lugar, a céu aberto, a cidadania era exercida em assembleias que tratavam de importantes assuntos no âmbito da política e da religião. Foi ali, conforme At 17, 16-33, que São Paulo apresentou o Evangelho, pela primeira vez, a um ambiente de cultura grega. Atualmente, o areópago, em sentido simbólico, significa os novos contextos de missão. Os encontros sobre o livro de Jonas ajudarão a Igreja a vivenciar o mandato missionário no enfrentamento de novos desafios.

Na linha do ecumenismo da Campanha da Fraternidade deste ano, o livro de Jonas reforça a idéia da universalidade do amor de Deus, que reconhece o valor de todos; no horizonte aberto pelo Ano Paulino, esse texto da Escritura nos faz refletir sobre a evangelização do mundo urbano. Assim, Jonas será uma grande contribuição para que o entusiasmo não esfrie e a Igreja possa continuar ampliando sua reflexão sobre a amplitude de sua missão. De fato, a escolha deste livro bíblico para o mês de setembro tem por objetivo tirar os católicos do comodismo e do julgamento preconceituoso e os encaminhar para a evangelização da cidade.

Existem muitas formas de se aproximar da Sagrada Escritura, porém, existe uma privilegiada à qual todos somos convidados: o exercício da Leitura Orante (Lectio Divina) da Sagrada Escritura que, se bem praticada, nos conduz ao encontro com Jesus (Cf. DAp 249).

Por isso, escolhemos esta forma de contato com a Palavra de Deus para este mês da Bíblia. Agradeço à Aíla Luzia Pinheiro de Andrade, da Comunidade Nova Jerusalém, pela elaboração deste subsídio.

Que o estudo e a meditação do livro de Jonas nos ajudem a vencer a tentação de fugir dos desafios da missão e nos tornem capazes de acolher a todas as pessoas sem acepção.

Dom Eugênio Rixen Bispo de Goiás - GO
Presidente da Comissão Episcopal Pastoral
para a Animação Bíblico-Catequética
Español:
Septiembre, mes de la Biblia
Desde del Vaticano II, la Biblia ocupa un espacio privilegiado en la familia, en los grupos de reflexión, círculos bíblicos, en la catequesis y en las pequeñas comunidades. La Iglesia en Brasil desarrolló una práctica de lectura y reflexión de la Biblia que mucho contribuyó para el sostenimiento de la fe y del camino cristiano de los creyentes. Es una forma muy rica de vivir la misión de la Iglesia que es la de servir la Palabra.

El Mes de la Biblia surgió hace 39 años por ocasión del 50º aniversario de la Arquidiócesis de Belo Horizonte (Capital del Estado de Minas Gerais). A partir de este marco há tenido un gran destaque la lectura, del estudio y de la contemplación de las Sagradas Escrituras. En verdad, el Mes de la Biblia contribuyó muchísimo para el desarrollo de la Pastoral Bíblica en ámbito parroquial y diocesano. Hoy, se nota la necesidad de la Animación Bíblica de las Pastorales en relación de la simple existencia de una pastoral entre muchas dedicadas a la Sagradas Escrituras. La Animación Bíblica viene a ser la forma más adecuada de fijar la centralidad de la Palabra de Dios en la vida y en la misión de al Iglesia.

La Comisión Episcopal Pastoral para la Animación Bíblico-Catequética, juntamente con las Instituciones Bíblicas, con el deseo de dar continuidad la XII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos (2008), que destacando especialmente el envío misionario de todo cristiano como consecuencia del bautismo, propuesto para el año de 2010, en el mes de la Biblia, el estudio y la meditación del Libro de Jonás destacando la evangelización y la misión en la ciudad.

Como consecuencia de este envío misionario y discipular, el Sínodo pide que profundice en cada parroquia e comunidad, en las pastorales, en los movimientos y en las organizaciones católicas. También fue deseo de los Padres Sinodales que se propusieran nuevas iniciativas para que llegue la “Palabra de Dios a todos, especialmente, a los hermanos bautizados, pero no suficientemente evangelizados” (Proposición 38).

Además de eso, la V Conferencia General del Episcopado Latino-Americano y del Caribe, en Aparecida - SP (2007), también ha destacado el valor del envío misionario, enfatizando los nuevos areópagos de la misión (DAp 491-500). Areópago, literalmente, significa colina de Aires, localizada em la antigua ciudad griega de Atenas. En este lugar, al cielo abierto, la ciudadanía era ejercida en asambleas que trataban de temas importantes del ámbito político y religioso. De acuerdo a los Hechos de los Apóstoles (17, 16-33) fue allí, que San Pablo anunció el Evangelio, por primera vez, en un ambiente de cultura griega. Actualmente, el areópago, en un sentido simbólico, significa los nuevos contextos de la misión. Los encuentros sobre el libro de Jonás ayudaran la Iglesia a vivenciar el envío misionario en la lucha de los nuevos desafíos.

En la línea de ecumenismo de la Campaña de la Fraternidad de este año, el libro de Jonás refuerza la idea de la universalidad del amor de Dios, que reconoce el valor de todos; en el horizonte abierto por el Año Paulino, este texto de la Escritura nos hace reflejar sobre la evangelización del mundo urbano. Así, Jonás será una gran contribución para que el entusiasmo no enfríe y la Iglesia pueda continuar ampliando su reflexión sobre la amplitud de su misión. De hecho, el objetivo del que este libro fue escogido para el mes de septiembre quietar a los católicos del comodísimo y del prejuicio y enviar para la evangelización de la ciudad.

Existen muchas formas de aproximarse de la Sagrada Escritura, no obstante, existe una privilegiada de la cual todos somos invitados: el ejercicio de la Lectura Orante (Lectio Divina) de la Sagrada Escritura que, bien practicada, nos conducirá al encuentro con Jesús (Cfr. DAp 249).

Por eso, decidimos esta forma de contacto con la Palabra de Dios para este mes de la Biblia. Agradezco a Aíla Luzia Pinheiro de Andrade, de la Comunidad Nueva Jerusalén, por la elaboración de este subsidio.

Que el estudio y la meditación del libro de Jonás nos ayuden a vencer la tentación de huir de los desafíos de la misión y nos capacite para acoger a todas las personas sin acepción.

D. Eugênio Rixen Obispo de Goiás - GO
Presidente de la Comisión Episcopal Pastoral
para la Animación Bíblico-Catequética

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